Esta increíble
novela escrita por Patrick Ness, fue un idea originalmente de Siobhan Dowd, una
escritora anglo-irlandesa que no pudo escribir la obra a causa de su prematura
muerte por un cáncer de mama en 2007. Sobre el autor del libro, cabe decir que
es un escritor y periodista muy considerado en Estados Unidos y Gran Bretaña, y
que ha trabajado para prestigiosos diarios como "The Daily Telegraph"
y "The Guardian".
Centrándome ya
más en la obra, antes de seguir con la reseña, he de decir que habiendo visto
previamente la película basada en esta novela, pensaba que no podía ser muy
diferente a mi idea preconcebida y habría poco margen de sorpresa; pero puedo
decir que me he equivocado y que la narración ha sido muy agradable.
"Un monstruo
viene a verme" es una novela de muy corta extensión, pero que abarca toda
una plenitud de información, emociones y sentimientos. El lenguaje utilizado es
muy sencillo y al alcance de todos los públicos. En la obra se hacen muchas referencias
al discurrir del tiempo, ya que es un factor muy importante en la narrativa, desde
cualquier punto del que se mire. En un primer momento, parece que presenta una
historia fantástica de terror, pero conforme transcurre cada capítulo, uno se
da cuenta de que va a ser una trama verdaderamente profunda sobre las
relaciones humanas, en la que claramente se entremezclan la fantasía con la
cruda realidad.
El protagonista,
Conor, un chico de trece años, no está pasando por su mejor momento. Su madre,
la persona que más quiere, está enferma de cáncer, él sufre acoso escolar y
además, su padre vive en América con otra mujer. Lo único que Conor quiere es
que el monstruo haga que se acabe toda esa pesadilla que está viviendo; aunque
él no sabe ni para qué ha venido el monstruo ni cuál es su función hasta que
todo llega a su final.
Esta gran
historia tiene algo especial, y que conforme vas leyendo, ya casi desde el
principio, puedes imaginarte lo que va a suceder; y sobre todo, lo más
importante, puedes llegar a identificarte en alguna ocasión con el
protagonista. A todo el mundo, aunque le cueste mucho admitirlo, le duele decir
la verdad. A todos nos resulta difícil pensar una cosa y hacerte creer a ti
mismo que puede hacerse realidad, aunque sepas que eso no va a suceder. Eso es
justamente lo que ocurre en esta historia, un chico de tan solo trece años que
quiere tanto a su madre que no quiere afrontar la cruda realidad.