Una chica encantadora, guapísima e inteligente, una chica perfecta, sino fuera porque es muy tímida. Un tío honrado, muy amigable y enrollado, sería un perfecto amigo sino fuera porque saca pegas y se queja de todo. Todo lo queremos perfecto. Cada persona tiene sus virtudes y sus defectos, y pienso que cada uno deberíamos adaptarnos a lo que tienen los demás y dejar de pensar en los detalles que a un ole falta para ser mejor; y prestar más atención a lo nos puede ofrecer, que realmente es lo que tiene.
Al fin y al cabo, las parejas de hoy en día, casi siempre se dice "que están hechas el uno para el otro"; y puede ser así, pero también puede ser que no, y estar juntos porque ambos aprecian los defectos del otro y les resultan atractivos o divertidos, quién sabe. Lo mismo pasa cuando un amigo te cae genial y te lo pasas "pipa" con el; pero siempre te lleva la contraria y no está de acuerdo contigo; pues lo rechazas o lo dejas estar.
Cada uno deberíamos apreciar más lo que tenemos cerca y dejar de buscar errores en los demás simplemente por el hecho de criticar o buscarle algún defecto. Tema amoroso, de colegas, con tu familia, sobre el instituto... que más da. Nadie es perfecto. Siéntete orgulloso de ti mismo.
Nasrudin conversaba con un amigo.
- Entonces, ¿nunca pensaste en casarte?
- Sí pensé -respondió Nasrudin. -En mi juventud decidí buscar a la mujer perfecta. Crucé el desierto, llegué a Damasco y conocí a una mujer muy espiritual y linda; pero ella no sabía nada de las coasas de este mundo.
Continué viajando y fui a Isfaham; allí encontré a una mujer que conocía el reino de la materia y el del espíritu, pero no era bonita.
Entonces, decidí ir hasta El Cairo, donde cené en la casa de una moza bonita, religiosa y conocedora de la realidad material.
- ¿Y por qué no te casaste con ella?
- ¡Ah, compañero mío! Lamentablemente ella también quería un hombre perfecto...
(Pablo Coelho)
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